Flor Cuenca, la Hirkawarmi que hace historia

Lejos de su natal Huaraz, la montañista peruana que radica en Alemania hace 16 años ha subido 11 de las 14 montañas de ochomiles que existen en el mundo. Acaba de coronar el majestuoso Makalu (8,486 m.s.n.m.) en el Himalaya, sin oxígeno artificial, y está a solo tres cumbres de ser la primera mujer peruana en conseguir esta hazaña internacional.

Escribe: Renato Gambarini

Nacer rodeada de montañas en la ciudad de Huaraz no fue de casualidad. Estar a 3,052 m.s.n.m. hizo que Flor Cuenca Blas, conocida como Hirkawarmi (mujer montaña, en quechua), esté en un entorno de naturaleza, y a futuro empiece a escalar montañas como una forma de vida.

“Mi entorno estaba en las montañas. Todas las personas, pienso, nacemos con cierto talento. Desde niña sentí que tenía talento para subir montañas, para trepar rocas y me sentía en mi elemento y muy libre de todo lo que pasa en la sociedad, era como un medio de liberación. Yo estudié en Lima mi secundaria y no veía las horas de irme de la capital para nuevamente reiniciarme en Huaraz cuando tenía 17 años. Cuando regresé estaba en el paraíso y me moría por subir las montañas, algo me llamaba por esa magia del aire, del hielo y del frio”, comenta Flor muy emocionada.

Cuando ya fue mayor de edad se inscribió para estudiar guía de turismo y ahí es donde se entregó por completo a la montaña. “Quería salir fuera de lo común, no ser docente o secretaria. Quería ser montañista”, sostiene.

Subir la montaña

Flor es la primera mujer peruana en haber llegado a la cumbre de ocho montañas arriba de los 8,000 metros sin el uso de oxígeno artificial. Ella ha subido la cordillera del Himalaya, que está situada en el continente asiático y se extiende por varios países: Bután, Nepal, China, Birmania, India y Pakistán.

Flor cuenta que para hacer una montaña de 8 mil metros hay que entrenar y prepararse físicamente. “No es como ir a Huaraz o a una montaña de 5 mil metros. La preparación para subir 8 mil metros, cuando recién empiezas, la haces un año antes. Pero cuando ya tienes experiencia y has subido ciertas altitudes la puedes hacer unos tres meses antes”.

“Para ir subiendo hay que aclimatar el cuerpo, los campos base están alrededor de los 5 mil metros.Entonces hasta ahí llego caminando y me voy aclimatando, luego empieza otro tipo de aclimatación, como ir a los campos altos; eso depende de cada montaña. Se hacen rotaciones, depende de cómo el cuerpo se vaya adaptando y, si no hay dolor de cabeza o mareos, si puedo pasar una noche sobre los 7 mil metros, es que ya estamos listos”, manifiesta.