Una luz de esperanza ilumina los rostros de niñas, niños y adolescentes de Chorrillos. Y es que, a través del deporte, la cultura y la recuperación de espacios públicos, la organización Alto Perú le está cambiando el rostro al barrio del mismo nombre, generando progreso y empoderando personas. Esta es su historia.
Cuando Mariel se integró a Alto Perú, tenía 14 años y un carácter ingobernable. “Era muy impulsiva; respondía o reaccionaba sin pensar”, recuerda. Una amiga del colegio que practicaba muay thai le había contado sobre Alto Perú, que estaban en el barrio y que había gente chévere. Mariel se animó, fue a entrenar y no lo dejó más. El entrenamiento, fuerte pero divertido, atemperó su carácter. Dos años después, ya entrenaba a los más pequeños. Hoy, con 22 años, sueña con tener su propio gimnasio y recuerda esa etapa con cariño. “Me hubiese gustado tener esa oportunidad siendo niña. El deporte te aleja de las cosas malas”.
Mariel vive en Alto Perú, picante barrio ubicado frente al mar de Chorrillos, en el que niñas, niños y adolescentes crecen en un entorno de delincuencia, violencia y consumo de drogas. La historia de muchos de ellos tomaría otro rumbo cuando, hace 16 años, se cruzó en sus vidas Diego Villarán.
Por entonces, Diego corría tabla en la zona. Los niños y niñas del barrio lo miraban y le pedían correr olas con él. Quería, pero no podía. Se juntó con unos amigos, recolectaron fondos, compraron tablas y, previa coordinación con las familias, se llevó a los pequeños al mar. Más que aprender surf, la idea era alejarlos de la delincuencia y promover salud física y mental. De ahí el nombre del programa: Surf Therapy.
La divertida actividad se volvió proyecto. En 2008 se formó la asociación civil, bautizada con el nombre del barrio y con Diego como presidente. El objetivo: empoderar a las personas. La forma: usar el deporte y el juego como vehículo de transformación personal y social.
La misión de Alto Perú es promover el bienestar de niñas, niños y jóvenes a través de actividades deportivas y culturales
Beatriz Oré
“La misión de Alto Perú es promover el bienestar de niñas, niños y jóvenes a través de actividades deportivas y culturales”, señala Beatriz Oré, directora ejecutiva del proyecto. Los aspectos claves para desarrollar esta experiencia positiva son tres: una actividad desafiante (en este caso, el deporte), adultos cuidadores y espacios seguros.
Al surf se le uniría poco tiempo después el muay thai y, desde este año, el fútbol. Estas actividades, realizadas de manera lúdica, forman parte del programa Deporte para el Desarrollo, dirigido a niñas y niños entre 8 y 15 años. Aproximadamente 150 menores participan durante todo el año. Uno de ellos es Gabriel, quien a sus 12 años ya sabe surfear. “Empecé a los seis años, mi hermano me trajo”, cuenta. Le encanta el mar. Sueña con seguir ahí. “De grande me imagino estar en una playa grande, corriendo un tubo”.
El proyecto contempla también la promoción cultural y la transformación de espacios públicos. Esto ha permitido darle vida al barrio, que ha abierto sus puertas a bandas de música, batucada, malabarismo, break, capoeira, talleres de arte y pintura, entre otras actividades. Las antes grises escaleras, plazas y murales hoy son coloridos espacios amigables y acogedores. Esta movida genera un sentido de identidad entre los vecinos. quienes participan activamente en este trabajo comunitario. Cuando repiten que Alto Perú es una familia no exageran, así lo sienten.
CONVIRTIENDO CRISIS EN OPORTUNIDAD
Un aspecto clave para Alto Perú es medir los resultados de sus intervenciones. En ese esfuerzo, antes de la pandemia realizaron un estudio sobre la intervención realizada entre setiembre de 2019 y febrero de 2020 con el programa Surf Therapy. Uno de los datos señala que el 66% de los niños y niñas que asistieron al programa vieron alguna vez que atacaron, apuñalaron o dispararon a alguien.
El estudio detalla que antes de iniciar el programa se les pidió a los participantes que digan lo primero que se les viene a la mente al pensar en la playa y el surf, a lo que respondieron con palabras como olas, tabla, nadar y bote. Después de culminar el programa se les hizo la misma pregunta. Las respuestas: relajación, estar contento, aprendizaje y felicidad.
“Un niño, una niña que tiene acceso a oportunidades de juego formativo y de recreación desarrolla habilidades blandas, aprende a resolver conflictos, mejora sus capacidades cognitivas y socioemocionales… Jugar es fundamental en sus vidas”, nos dice Oré.
La pandemia puso a prueba el proyecto. El estrés que la cuarentena generó en padres y madres de familia elevó los índices de violencia en los hogares del barrio. Los problemas económicos, además, forzaron el cierre del gimnasio que tenían en la comunidad y donde funcionaba la escuela de muay thai.
“Más que lamentarnos, tomamos la pandemia como un multiplicador de espacios y oportunidades. Además, nos permitió adaptar el programa y clarificar nuestras metas”, asegura Oré, quien aclara que el objetivo de Alto Perú no es formar deportistas para ser los mejores. “No podríamos. Si, por ejemplo, necesitas S/100 para sostener a un deportista de alto rendimiento, con esos S/100 generas espacios de bienestar para 100 niñas y niños”.
Una de las metas que se ha planteado Alto Perú es articular este esfuerzo formativo con iniciativas relacionadas con el deporte y con la cultura en el país, de modo que algún club, academia o institución del Estado tome la posta, identifique a los más talentosos y continúe su formación integral ya de modo competitivo. La semilla ya está plantada. Recoger los frutos debería ser solo cuestión de voluntad y tiempo. Dicen que así nacen también los sueños.
CIFRAS QUE INSPIRAN
- Nueve facilitadores socio-deportivos y dos entrenadores, además de psicólogos, arquitectos y artistas conforman el equipo multidisciplinario de Alto Perú.
- En estos 14 años, Alto Perú ha atendido a más de 1500 niños, niñas y adolescentes.
- Más de 18 000 vecinos han sido beneficiados con el proyecto.
- La intervención urbana ha permitido transformar más de 20 000 m2.
¿QUIERES APOYAR?
- Puedes unirte como Ciudadano Alto Perú, convirtiéndote en donante recurrente del proyecto en: www.altoperu.org/donar
- También puedes colaborar como Aliado Alto Perú, escribiendo a: info@altoperu.org