Renzo Manyari lleva una vida dedicada al deporte. Durante diez años practicó wushu sanda, sistema de artes marciales con técnicas de combate libre. Estudió becado la carrera de derecho, se formó para dirigente y hoy, a los 32 años, es presidente del Comité Olímpico Peruano – COP. “Estoy convencido de que el deporte es el mejor camino para hacer realidad los sueños”, nos dice apenas iniciada la charla. En esta entrevista nos habla sobre el deporte en el Perú, inversión, medallas, tecnología y, cómo no, el olimpismo.
¿Cómo se mantienen los valores olímpicos en un país como el nuestro, que tiene tan pocos resultados deportivos?
Ahí hay dos premisas. El Movimiento Olímpico se puede mantener de muchas maneras, pero creo que la más importante es darlo a conocer. Entender, por ejemplo, que el Movimiento Olímpico en sí mismo bus – ca la unidad, la paz. Busca enaltecer los valores de la práctica deportiva: amistad, respeto y excelencia. Abraza, además, un principio muy importante, que es la unidad entre el deporte, la cultura y la educación. En cuanto a los resultados, es un tema de perspectiva porque si nos comparamos con otros países, vemos que, con la cantidad de recursos que recibimos, los resultados son absolutamente maravillosos. Es cuestión de analizarlo con una profundidad más técnica.
Si yo estoy como presidente del COP no es porque sea el que más sabe, sino porque permito sentar en la misma mesa a gente que sabe mucho más que yo. Ese tiene que ser el espíritu”.
¿La sola práctica deportiva es ya un logro?
No, yo diría que la práctica de la actividad física ya es un logro. El desarrollo del deporte es un plus y la obtención de medallas es un sueño hecho realidad. Pero creo que nada de eso termina siendo lo fundamental si es que como país no entendemos que para desarrollar deporte tenemos que saber identificar el talento. Y eso es lo que no se ha hecho. Hay que hacer un mea culpa: no existe una sola federación en el país con un manual de identificación de talento a la medida de los tiempos modernos. El gran secreto de las medallas es saber identificar el talento deportivo, y luego invertir recursos para que ese talento se convierta en resultados.
¿Qué necesitamos para empezar a identificar talentos?
Se requiere la formación de todos los operadores del sistema deportivo. Es fundamental entender que se tiene que trabajar con los IPD regionales, con los gobiernos regionales y con el IPD central, el COP y las federaciones. Te doy un dato: hay 47 mil millones de soles del canon minero que no se utilizan. Imagínate lo que haríamos con el 1%. Si logramos tener un caso de éxito y lo replicamos, te doy mi palabra que en 20 años el deporte peruano va a ser potencia en América.
¿Por qué no se hace?
En primer lugar, por temor a intentar cosas nuevas. Cosas nuevas para nosotros, pero viejas para el resto del mundo y grandes potencias. ¿Qué tienen en común Estados Unidos, Rusia y China? Que los tres son los más grandes medallistas en Juegos Olímpicos. Pero a la vez tienen otra cosa en común: son malos en el fútbol. ¿Qué ha pasado? Hemos priorizado una práctica deportiva que es gloriosa, definitivamente, pero que no refleja la capacidad deportiva del país. Si en vez de una cancha de fútbol, en cada colegio tuvieras una cancha de vóley o de básquet y tuvieras, de manera descentralizada, espacios para levantamiento de pesas, lucha olímpica, judo, tae kwon do, las cosas serían otras. ¿Por qué no se hace? Por miedo, por desconocimiento y por falta de recursos. No es barato.
¿Cómo identificar y priorizar luego ese talento?
Tenemos que hacer un estudio a nivel nacional que incluya pruebas de ácido láctico, desarrollo genético, mediciones nutricionales, FMS (evaluación funcional del movimiento), entre otras evaluaciones, y a partir de ahí ver quiénes tienen las condiciones físicas y fisiológicas básicas para un deporte. Ahí veremos si el Perú es tierra de deportes de división de peso corporal o de nadadores o de basquetbolistas o de voleibolistas, etc. Mientras tanto, lo que tenemos que hacer es priorizar a deportistas como Ángelo Caro, Luca Messina, Nicolás Pacheco, Kimberly García, Gladys Tejeda… Atletas que sabemos que pueden obtener resultados en Juegos Olímpicos.
¿Qué deporte deberíamos priorizar?
Me adelanto con una premisa. Considero que el deporte peruano tiene esencialmente que concentrarse y priorizar los deportes de división de peso corporal. De las 10 federaciones más medallistas, tú tienes atletismo y natación, por la gran cantidad de atletas que tenemos en esos deportes. Luego tenemos boxeo, lucha, tae kwon do, judo y levantamiento de pesas. Después, tenis, bádminton y vela. Son cinco deportes de división de peso corporal. Ese estudio es sumamente importante. Ese debate de priorización es un debate técnico que espero que podamos hacer antes que termine mi periodo
EL PRESUPUESTO DE CADA DÍA
Tenemos deportistas que destacan pese a las dificultades. ¿Cómo lo logran?
Es talento del deportista, es empatía de los padres para apoyar y sostener a esos atletas… Los padres y madres son el primer patrocinador del atleta. Después de eso, obviamente está el trabajo de las federaciones y entrenadores, que supieron captar ese talento o formarlo.
Siempre se habla del poco apoyo del Estado al deporte peruano. ¿Qué tanto de verdad hay y qué avances destaca en los últimos años?
Hay que erradicar esa idea. El deporte peruano sí recibe plata del Estado. Solamente fútbol y polo no dependen del Estado. El deporte peruano hay que entenderlo de la siguiente manera: hasta el 2010 no teníamos relevancia internacional, salvo las medallas obtenidas en tiro y en vóley, basadas en el tremendo, histórico y legendario esfuerzo de sus respectivos atletas. Es con la política de traer grandes eventos deportivos que la situación empieza a cambiar. Con los grandes torneos llega la capacitación, apoyo técnico y la inyección de dinero. Todo ese trabajo se transformó en medallas. Es falso que el deporte peruano no recibe dinero, lo que pasa es que el recurso público es insuficiente.
¿El presupuesto para el deporte hoy es insuficiente?
Del 2019 al 2022 el deporte peruano ha perdido el 42% de su presupuesto. Pero mi estimación es que en los Juegos Sudamericanos vamos a lograr los mismos resultados que en los anteriores juegos. ¡Con casi la mitad del presupuesto! ¿Eso qué te dice? Que el verdadero legado de Lima 2019 es el conocimiento técnico táctico estratégico deportivo que queda en esta generación de entrenadores y deportistas. Pero si no inyectamos más presupuesto ahora, esto se va a perder. Está comprobado que si organizas un evento del nivel de unos Panamericanos, el rendimiento deportivo sube y también el nivel de medallas. Pero si no le inyectas el dinero necesario, ese nivel cae.
¿Por qué se redujo el presupuesto?
Fenómeno político: hemos tenido cinco presidentes del IPD en tres años. ¿Qué estabilidad política deportiva tengo? Luego, la pandemia: había que priorizar. Aun así, enviamos a competir a nuestros deportistas a Tokio 2020 contra gente que no interrumpió su entrenamiento. Y tercero, desconocimiento. Muchas voces decían que no, pero el ciclo olímpico se ha alterado. Esperemos que esa reducción se pueda revertir. Este año se ha aprobado la ley que permite acceder a los impuestos de las apuestas virtuales, que te va a dar entre 25 y 30 millones de soles a partir del próximo año, que se va a dirigir a promoción y desarrollo del deporte.
OLIMPISMO
¿Qué evaluación se ha hecho sobre la participación peruana en los Bolivarianos de Valledupar?
El análisis que hemos hecho es de efectividad. La delegación peruana en Juegos Bolivarianos fue la más efectiva en la historia del deporte olímpico peruano. Valledupar, a pesar de haber tenido menos atletas, obtuvo mejores resultados (145 medallas). Fuiste con menos personas y obtuviste más medallas… y de mejores colores.
¿La cantidad de medallas que obtengamos en este ciclo olímpico determina el éxito o fracaso? ¿Qué otros factores consideran para hacer una evaluación?
Primero, valoramos el esfuerzo. Dentro de los valores del olimpismo está la necesidad de valorar el esfuerzo. Es una pregunta compleja de responder porque de repente yo obtengo 100 medallas menos sumando Bolivarianos, Sudamericanos y Panamericanos, y saco una medalla de oro en Juegos Olímpicos. ¿Cómo mides ese éxito? La cantidad de medallas no determina el éxito de una gestión. Lo que determina el éxito de un ciclo olímpico son los objetivos individuales que cada federación se traza: cambio generacional, subir de posición a nivel continental, fogueo del atleta, medallas, relación de inversión logro… son muchas aristas. Como Comité Olímpico nuestro objetivo es que esos objetivos se cumplan.
¿Qué logros destaca en esta nueva gestión del COP?
Después de seis años la Academia Olímpica ha retomado sus actividades. Tenemos un equipo multidisciplinario de metodólogos nacionales y extranjeros, y dirigentes nacionales que brindan una enseñanza integral. Acabamos de clausurar el curso de administración deportiva para integrantes de 22 federaciones. Luego haremos un diplomado de seis meses en gestión deportiva y seguiremos con talleres y becas para formación de entrenadores a través de IPD, del Comité Olímpico y de las federaciones.
¿Cuál es la hoja de ruta del Comité Olímpico Peruano?
Además de la agenda del COI, tenemos pautas nacionales, que básicamente son tres. Una es salvar al comité de la crisis financiera en la que estaba: ya lo solucionamos. Dos, recuperar la credibilidad a nivel nacional e internacional. Hoy el COP ocupa la tesorería de la Organización Deportiva Bolivariana, tiene presencia en la comisión legal de Panam Sports, se invita a que Perú sea sede de eventos deportivos… Y tres, el acercamiento al deportista y al entrenador, que no se tenía. Todos los integrantes del COP o son atletas o han tenido actividad deportiva. Los deportistas ven al Comité Olímpico como su casa. Me reúno con ellos en esta oficina. Es más: los martes y jueves entreno con la selección de boxeo.
En el país está mal visto ser entrenador de base. Es tanto o más importante un entrenador de base que uno de alto rendimiento porque sin formación hay mala técnica: eso genera un defecto en las capacidades de rendimiento del atleta”.
¿Qué es lo más difícil de presidir el Comité Olímpico Peruano?
Lo más difícil es que siempre vas a tener personas que no están de acuerdo con lo que haces y que lamentablemente tienen el irrespeto de plantearlo como una verdad absoluta. Pero, aquí cito a Voltaire: «Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo».
¿Y lo más gratificante?
Lo más gratificante, creo, es que he podido posicionarme como un presidente del COP cercano al deportista. Quiero que ese sea mi legado. Es absolutamente necesario. Hacer del Comité Olímpico un comité más cercano, más humano, más olímpico.