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Deporte nacional

Poderosa fuerza

Como lo hicieron las primeras mujeres que se dedicaron al levantamiento de pesas, la peruana Shoely Mego se abre paso en este deporte y nos enseña con sus triunfos que la fuerza no es exclusividad del hombre.

Un acto de protesta. Así fueron los orígenes de la halterofilia en mujeres, en Francia allá por 1813, cuando los hombres realizaban competencias de peso en las tabernas y a las mujeres no se les permitía participar, como sucedía en muchos ámbitos de la sociedad. Lejos de amilanarlas, convirtieron al levantamiento de pesas en una forma de empoderamiento femenino para demostrar que la fuerza no era una cualidad exclusiva del sexo masculino.

La segunda ola feminista de 1970 trajo consigo nuevamente el interés por las pesas, que eran consideradas un estandarte para desterrar la creencia de que las mujeres eran el sexo débil. Mientras que los varones debutaron en la primera edición de los Juegos Olímpicos en 1986 con el levantamiento de pesas, las mujeres no lo hicieron hasta el 2000; es decir, tuvieron que pasar 104 años, la mayor diferencia entre un debut masculino y femenino en un deporte olímpico.

Hoy, veintitrés años después, Shoely Mego, pesista peruana, sueña con clasificar a París y el próximo año formar parte de ese grupo de mujeres que hacen historia con cada kilo que levantan. Se cubre las manos con carbonato de magnesio, el polvo blanco que usan para la absorción del sudor de las manos, y coge una barra para dar una pequeña demostración a nuestro lente, aunque ya lleva horas de entrenamiento como parte de su rutina diaria.

Hace algunos años dejó su hogar en Chiclayo, a donde había llegado a los ocho años desde su natal Misquiyacu Alto, en Amazonas, para instalarse en el Albergue del Centro de Alto Rendimiento (CAR) de la Videna de San Luis, que concentra a los mejores competidores peruanos. Ahí la encontramos para que nos cuente de sus inicios cuando ansiaba cargar 50 kilos como hacían otros pesistas en el coliseo Elías Aguirre, y la idea de sobrepasar esa carga como hace ahora no pasaba por su mente. 

Descubrieron su potencial por casualidad mientras acompañaba a una amiga que iba a probar la halterofilia, aunque también podríamos decir que fue el destino que la puso en el lugar y momento correctos. “Las pesas me han dado mucha satisfacción y alegría cuando viajo y represento a mi país, pero también me han tocado momentos difíciles como las lesiones y operaciones de las que he tenido que recuperarme para retomar la confianza de levantar un kilo más”, señala la deportista.

Top mundial

En abril de este año logró ocupar el primer puesto en el ranking mundial de la International Weightlifting Federation (IWF) en su categoría de 55 kilos. Tres medallas de oro en arranque, envión y total en el Campeonato Panamericano de Levantamiento de Pesas 2023, en Bariloche, Argentina, y la presea de bronce en el Campeonato Mundial de Mayores Absoluto-Bogotá 2022 –este último es histórico porque nunca antes una peruana obtuvo medalla en una competencia de ese nivel– le significaron el primer lugar.
Recientemente, conquistó tres medallas en el IWF Grand Prix de Levantamiento de Pesas, que se realizó en La Habana, Cuba: una de oro en arranque y dos de plata en envión y total. 

Y es que no solo se necesita fuerza física, sino mucha dedicación y disciplina, ya que se trata de un deporte muy demandante física y mentalmente. “Entreno de lunes a sábado dos veces al día, dos horas por la mañana y dos por la tarde, pero amo hacerlo. Para mí es un orgullo que mi nombre esté en el top 10 del mundo”, nos cuenta Shoely con la ilusión de seguir dedicándose al 100 % a la vida deportiva. 

Esa adolescente que no se imaginaba lo que iba a lograr cuando la convocaron a entrenar ahora asume con mucha responsabilidad su carrera deportiva y espera seguir trayendo medallas mundiales y superar su récord de 191 kilos en total. Como lo hicieron las mujeres de los setenta, Shoely seguirá abriendo el camino para que más jóvenes se inspiren en su historia y continúen levantando no solo pesas, sino prejuicios.

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