Brener Montes quiere la medalla en el Panamericano de Downhill. Desde Huancayo, una nota exclusiva con el destacado deportista nacional.
Son las cinco de la mañana, apenas y se ven los primeros albores del día cuando desde su casa Brener Montes sale hacia el paraje de Piedra Parada, en su natal Concepción, a más de 3200 msnm, para un día más de práctica de downhill. Brener sabe que solo la práctica constante hará que su rendimiento sea el óptimo; en agenda está el Panamericano Enduro de Downhill del próximo octubre en Cusco.
Brener es el vigente campeón nacional 2022 de downhill, en la modalidad de enduro, en la que se recorren circuitos en los que hay que subir pendientes para luego descender a gran velocidad. La sumatoria de los tiempos de subida y bajada es el crono final del competidor. Montes cuenta que practica el deporte desde los 13 años y lo hace por motivación de su padre, que fue un apasionado de los deportes extremos.
Lamentablemente el destino quiso que su padre falleciera en 2016, mismo año en el que Brener conquistaba una medalla panamericana en la categoría Junior, con 18 años. “Era entre correr o dejarlo. Decidí entrenar, prepararme y correr porque era lo que mi papá hubiera querido. Esa carrera corrí y quedé tercero, fue la carrera que más me marcó pese a no tener el sustento económico ni moral de mi papá”. Luego de aquella carrera que supo ser un momento bisagra en su vida, Brener continuó por más de cinco años de lleno en el deporte. “Llegué a vivir de la bicicleta”, cuenta orgulloso.
Llegados al lugar de la práctica y viendo cómo se ponía la equipación respectiva – cascos, coderas y rodilleras– me pareció inevitable consultar sobre alguna lesión seria del pasado. “Me rompí la clavícula cuando empezaba, aún estaba en el colegio. Necesité de una operación. Desde aquello aprendí que para este deporte debes tener el cuerpo fuerte y eso se logra con entrenamiento”, cuenta.
Luego de recuperarse de aquella dura lesión, que quizás a muchos nos hubiera hecho pensar más de dos veces en continuar con este arriesgado deporte, Montes no dudó y continuó. Luego de la experiencia del Panamericano se las tuvo que ver complicadas por la escasez de apoyo económico para seguir viviendo su sueño. “Tenía que viajar para competir y no tenía dinero, me tocó dormir en la sala de la casa de alguien. Cuando otros invertían 2 mil o hasta 3 mil soles yo invertía 500 o 300; aun así la gozaba, además me iba bien en el deporte”.
El de hoy es un circuito más que conocido, zonas zigzagueantes y de frenado fuerte es el común denominador en un lugar donde el caminar constante de los vecinos que se dirigen a sus sembríos ha erosionado el terreno dejando distintos senderos que son el ideal para este deporte. “Solo tienes tres o cuatro minutos para demostrar de lo que estás hecho; debes tener fortaleza mental” recuerda. Él se divierte, pedalea fuerte, no detiene la marcha, es feliz. “Este deporte me abrió puertas. Agradezco practicarlo pues gracias a este deporte conocí gente y países. Si me dieran a elegir, mil veces preferiría correr bicicleta; creo que me ha marcado y siempre voy a correr hasta donde el cuerpo me dé”.
Dicen que la constancia hace al maestro. “Si dejo de montar por dos o tres semanas, pierdo el feeling”. Conforme se acerque la fecha de competición, que aún parece lejana, la exigencia aumentará a tal punto de tener doble horario de práctica en el día y también sesiones de gimnasio. La competencia será dura pues a Cusco llegarán corredores de Colombia, país que es potencia mundial en este deporte, además que seguramente se encontrará con Alejandro Paz y Sebastián Alfaro, competidores peruanos con los que siempre comparte podios en distintas competencias a nivel nacional.
Actualmente Brener Montes debe compartir su tiempo pues es el responsable del negocio familiar, una maderera que heredó de su padre. Con la pandemia pegando fuerte y sin poder competir vio en el negocio familiar la manera de obtener el sustento. Concepción no es la única zona de entrenamiento pues tras cumplir con los deberes Montes tiene prácticamente todo el anchuroso Valle del Mantaro a disposición. “Hay muchas rutas: Huancayo. Chupuro. Cajas, Quilcas, Concepción, Mantaro, Ingenio o Jauja”.
Esto sin duda colabora y mucho en la especialidad en la que corre Montes. La reflexión final sobre por qué practicar este deporte es para seducir a cualquiera: “A todo el mundo le diría que corra downhill, que conozca, que viaje. Hay paisajes y atardeceres encima de la bicicleta, otro deporte no te llevaría a eso”.