Escribe: Rodrigo Arosemena
Fotos: Agencias
Un empate milagroso y tres derrotas al hilo. Así ha debutado el equipo de Juan Reynoso en las eliminatorias rumbo al Mundial 2026. El balance es desalentador para los hinchas de la Blanquirroja. Aún padecemos la resaca de los dos procesos anteriores cuyos partidos de repechaje derivaron en el inolvidable pasaje a Rusia y la triste eliminación frente a Australia. Aunque el arranque es similar al del proceso anterior, la sensación que deja este grupo es muy diferente.
Los primeros 45 minutos con los que Perú debutó en la eliminatoria fueron un lamento. El equipo no adelantó líneas, fueron presionados y nuestros futbolistas perdieron balones fáciles en nuestra salida. Los paraguayos ganaban todas las pelotas divididas. Se replanteó mucho mejor el segundo tiempo, pero el empate es un resultado atribuible al azar. Punto milagroso.
Ante Brasil, el historial era desfavorable. Perú salió ordenado y luchador desde el arranque, una sorpresa que despertó a los fanáticos en el Nacional. Pero el rival en esa oportunidad fue el Scratch, y su jerarquía nos pasó factura. El pentacampeón logró marcar la diferencia mínima tras un gol de Marquinhos, en el que falló más de un jugador peruano. No es la primera ni la última vez que perdemos un partido por un balón parado.
El equipo no despega
La segunda doble jornada ha sido peor. A pesar de que Oliver Sonne aceleró, con el sentido de urgencia que todo el Perú sentía, el trámite necesario para llegar a la cancha, Reynoso no lo aprovechó. El entrenador apostó nuevamente por un esquema con doble lateral y un Andy Polo muy impreciso por izquierda. Perdimos 2-0 sin rematar al arco, otra vez. El equipo desperdició la única chance de sumar tres puntos en esta doble fecha.
No sorprende caer 0-2 contra el campeón del mundo; lo inexcusable es que Reynoso insista en un planteamiento que no funciona. Decidió no poner a Reyna ni Grimaldo desde el arranque y Loyola resultó la opción más débil para marcar a Messi. Sonne atendió el cuarto partido de Perú desde la tribuna, quizá con la desilusión de toda la hinchada latiendo en las piernas.
Lo que viene: Bolivia en La Paz y Venezuela en Lima. La única alternativa para que Perú continúe con vida en esta larga batalla es sumar puntos, pero la Blanquirroja nunca ha ganado en Bolivia por eliminatorias. Venezuela, en esta sorprendente versión, es favorito para llevarse la victoria en el Estadio Nacional. Albert Einstein afirmaba que es una locura esperar un resultado distinto si se hace lo mismo una y otra vez. Roguemos al Señor de los Milagros que ilumine a Reynoso para que en noviembre reinvente a la selección.