Dicen que ayudar a otros a alcanzar sus sueños es la forma más rápida para alcanzar los tuyos. Los guías voluntarios de Yo soy sus ojos lo saben. Conoce la labor que realiza esta escuela de atletas invidentes para promover la inclusión social a través del deporte.
“Dame tu bastón”, le pidieron a Antonio Collantes cuando hace cuatro años llegó al Estadio Municipal de San Isidro para su primer entrenamiento como corredor. “¿Mi bastón? ¿Cómo voy a correr sin bastón? Me voy a caer. No, no puedo dártelo”, respondió. Diana Faustor, la persona que semanas antes lo había invitado a correr y que esa tarde lo guiaría, insistió. “No te preocupes: yo seré tu bastón. Yo voy a ser tus ojos”.
Desde ese momento la vida de este hombre, hoy de 71 años, cambiaría. Otra vez. Oficial retirado de la Fuerza Aérea del Perú, Antonio perdió la visión ocho años atrás como consecuencia del síndrome de Stevens-Johnson. Su bastón se convirtió en su compañero. Hasta que un día decidió retomar el deporte –en la FAP Antonio era atleta destacado– y le pidió a su hijo que lo llevase al gimnasio. Ahí conoció a Diana, guía voluntaria de la Escuela de Atletas Invidentes Yo soy sus ojos.
La primera carrera de Antonio fue la Nat Geo Run, en el 2019, guiado por Marcelino Rivera. Ocupó el tercer puesto. En total, ha ganado siete medallas. “Llegar a Yo soy sus ojos fue algo maravilloso. En ese momento no era muy consciente, pero ahora lo puedo definir así”, asegura.
La Asociación Yo soy sus ojos – YSSO fue creada en agosto del 2015 por tres amigos –Domingo Elías, José Manuel Jurado y Víctor Espinoza– que se unieron para brindar ayuda a personas con discapacidad visual. Víctor, psicólogo y director deportivo de la asociación, señala que, además de la escuela, contemplan proyectos de capacitación laboral, cultura y responsabilidad social empresarial. “Nos hemos enfocado en el deporte como herramienta para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad visual”.
La Asociación Yo soy sus ojos – YSSO fue creada en agosto del 2015 por tres amigos –Domingo Elías, José Manuel Jurado y Víctor Espinoza– que se unieron para brindar ayuda a personas con discapacidad visual. Víctor, psicólogo y director deportivo de la asociación, señala que, además de la escuela, contemplan proyectos de capacitación laboral, cultura y responsabilidad social empresarial. “Nos hemos enfocado en el deporte como herramienta para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad visual”.
Actualmente, YSSO tiene registrados a 41 deportistas con algún tipo de discapacidad visual y 70 guías voluntarios. Muchos llegaron sin experiencia alguna en correr. Por ese motivo, atletas y guías pasan por una etapa de formación que toma entre dos y tres meses. “Una vez graduados, ya pueden correr: empiezan con carreras 5K, luego 10K y terminan corriendo media y maratón completa”, cuenta Víctor.
La comisión de deporte de la asociación analiza en qué competencias participar. Más que un podio se busca la seguridad del atleta y que disfrute la carrera. Se toma en cuenta, por ejemplo, que el organizador considere a personas con discapacidad visual, ofreciendo partidas y rutas diferenciadas, así como premiación o reconocimiento a la categoría. “Un socio estratégico es Perú Runners, que ha establecido una categoría especial que incluye medallas con mensajes en escritura braille”, añade Espinoza.
Guía y atleta, uno solo
Los jueves y domingo, guías y atletas se reúnen para entrenar. Practican ejercicios de coordinación motora y técnicas de guiado: los guías usan una cinta elástica con la que cogen de la muñeca al corredor invidente. También se mide el ritmo de carrera (minutos por kilómetro) de cada atleta, a fin de emparejarlo con guías de similar registro. Trotan, se ejercitan, pero también conversan y ríen. Entran en confianza. Se generan vínculos.
Lo sabe Carlos Chávez, administrador de empresas de 45 años. Runner de toda la vida, Carlos coincidió en el 2018 con un evento de YSSO. Le llamó tanto la atención que se comunicó con Víctor y le manifestó su intención de ser guía. Fue recién en el 2021, cuando se reanudaron las actividades presenciales, que pudo tener contacto directo con los atletas.
El primer atleta al que guio fue Bryan Vidalón (37), conocido cariñosamente como Lorito. “Con Bryan tenemos un lazo de amistad muy fuerte. Fuera de las actividades de YSSO, a veces me llama: me dice que quiere correr, así que nos organizamos y salimos”. Durante este tiempo, Carlos ha guiado a siete atletas. Desde hace cinco meses es guía de Antonio, con quien ya ha corrido en dos eventos. “Es un buen guía, muy detallista. Me siento muy cómodo con él”, lo describe Antonio.
Para Carlos lo más delicado es la comunicación con el atleta. No se trata solo de detallarle la ruta, decirle cuándo girar o a cuántos metros están de la meta. “Debemos ser muy sensibles para percibir su estado de ánimo, si quiere hablar o si desea hacer la ruta en silencio. En general un guía debe ser como una esponja y adaptarse al atleta. La técnica es importante, pero si logras conectar, al correr guía y atleta son una sola persona”.
Dependiendo del evento, al atleta lo acompaña un guía adicional, quien se encarga de cubrir el entorno y evitar accidentes. “Cuando corren solo guía y atleta, el guía tiene que estar 360 grados: atento y monitoreando todo alrededor”, detalla Carlos, a quien se le quiebra la voz cuando recuerda la primera vez que cruzó una meta guiando a un atleta.
Ejemplo de superación
Aunque su finalidad no es competitiva, YSSO ha sido una ventana de oportunidades para jóvenes con talento. Rosbil Guillén (30) es uno de ellos. A los 18 años perdió la visión en un accidente en una minera informal en Huancavelica. Ingresó al Centro de Rehabilitación de Ciegos de Lima – CERCIL y en el 2015 llegó a YSSO, con sobrepeso y sin haber corrido nunca. Tres años después, formaba parte de la selección nacional de paraatletismo. Ha ganado la medalla de oro en los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019 y ocupó el quinto puesto en 5 000 metros planos en los Juegos Paralímpicos de Tokyo 2020.
Otro destacado paradeportista surgido de YSSO es Luis Miguel Sandoval. Primer atleta invidente peruano en participar en unos Juegos Paralímpicos (Río 2016) ymedalla de plata en Lima 2019, este joven chiclayano de 27 años forma parte del Centro de Alto Rendimiento de Cusco. Jorge Luis Pérez y Diana Flores, atletas con baja visión, son los capitanes de las selecciones masculina y femenina de goalball (esta última, clasificada a Santiago 2023), disciplina que comparten con sus actividades de atletismo en la asociación.
Para Víctor Espinoza, la mayor satisfacción es ver cómo las vidas de estos atletas cambian. “Personas que llegaron a pensar que su vida no valía más, vuelven a tener confianza en sí mismos e influyen positivamente en su entorno. Su familia ya no ve al atleta con ojos de protección, cuidando que no salga de la casa: ahora cuentan con orgullo que pertenecen a una escuela de atletismo. Ese impacto emocional es algo que no tiene precio”.
Carlos Chávez comenta que gracias a YSSO ha reforzado su capacidad de ponerse en una situación de humildad y de estar a disposición del prójimo. Sus amigos le reclaman que ya no se le ve en carreras. “Es lo que yo he decidido. En esta etapa de mi vida esto es lo que más me llena. Esta es otra etapa de disfrutar el running: ayudar a que otras personas puedan hacer lo mismo que a mí me fascina hacer”.
El 12 de febrero Antonio volvió a correr. Fue en Chorrillos, en el Lima corre 5K, primera carrera del año en la que participó la escuela, invitada por el programa Lima corre, de la Municipalidad de Lima. Ahí es feliz. También lo es cuando canta boleros o cuando hace teatro. “No debería decirlo yo, pero mis compañeros me dicen que soy muy bueno. Siempre quieren estar en mi grupo actoral”, cuenta con picardía.
Antonio sueña con ciudades con señaléticas y accesos adecuados para personas invidentes. Sueña también con llevar las carreras a otras ciudades del país, entre ellas su querido Chiclayo. “Es fuerte tratar de superar la pérdida de la visión. Pero es muy bonito que te hagan sentir que puedes hacer deporte. Es algo fantástico cuando te dicen “Cruzaste la meta”.
Datos:
- Desde el 2015 la Escuela de Atletismo Yo soy sus ojos ha participado en diversos eventos de carreras pedestres del país, entre ellas: media Maratón y Maratón Lima 42K, Maratón RPP, Carrera por el Día Olímpico, Maratón de los Andes y Maratón Internacional de Pichanaki. También ha participado en la Maratón de Nueva York (2016 y 2017).
- Según datos del censo INEI 2017, del total de personas con algún tipo de discapacidad en el Perú el 48,3 %, (alrededor de un 1 millón 800 mil personas) presenta limitaciones para ver, ceguera o baja visión.
Únete:
Para unirte como guía, inscribir a alguna persona con discapacidad visual o colaborar con la Escuela, puedes comunicarte con la asociación en sus redes sociales:
- www.instagram.com/yosoysusojos
- https://www.facebook.com/ YoSoySusOjos