María Fernanda Reyes, la reina del mar

Perú Deportes habló con la campeona panamericana de Longboard en Santiago 2023 y subcampeona mundial ISA. Mafer nos habla sobre sus inicios, y también los detalles de cómo logró la medalla de oro, domando las fuertes olas de Punta de Lobos, Chile.

Escribe: Alexandra Salgado
Fotos: Jhonatan Saavedra

Acordé una entrevista con Mafer un sábado por la tarde en la playa Makaha, el lugar que la vio crecer como persona y deportista. Habían pasado ya varios minutos y no la encontraba; fui a buscarla de extremo a extremo, caminaba y me topaba con las diversas escuelas de surf que hay en el lugar. Le escribí y me contestó: “Estoy en el puesto de raspadillas”.

Me acerqué y ahí estaba la campeona, abrazando a los suyos, sonriente. Nos saludamos con cariño y nos sentamos en las piedras, mirando al mar. La conversa siempre fue de risas, pero al hablar de su segundo hogar, su voz cambió. “Esta es mi casa, aquí yo crecí: tú me veías en pañales. Con flotadorcito me veías en el agua (risas). A mi mamá le ofrecieron enseñarme a surfear a los cinco años. Son unos recuerdos inolvidables. Los mejores recuerdos de mi vida son acá. Mi historia empezó aquí”, cuenta la surfista mirando al mar.

“Creo que todo chico es afortunado en disfrutar su niñez con sus padres y yo recuerdo a mis padres. Mi mamá trabajando y mi papá de fiscalizador. Yo caminaba por acá, por allá y siempre me estaban mirando. Para mí son los mejores recuerdos”.

A la edad de cinco años, la campeona panamericana ya entraba al mar. “Empecé con tabla corta, y a los 15 me invitaron a que sea parte de la selección y comencé hacer los dos. Ya a los 18 me decidí a hacer longboard”, explica.

De todas maneras, tenía que contar una anécdota sobre la playa. “Siempre me acuerdo con mi mamá de varias anécdotas. Ella siempre me decía: “¿Te acuerdas cuando no me querías ayudar y te metías al agua? Y yo con mi zapato te lo tiraba y caía… y tú ya estabas en el agua”. Y estaba en el mar dos, tres horas en el agua… salía y ya se le iba la cólera”, cuenta a carcajadas.

Santiago 2023 de oro

El 30 de octubre fue un día histórico para el deporte peruano. Aquella vez nuestra delegación sumó ocho medallas en los Juegos Panamericanos en Santiago. Entre esa lluvia de preseas estaba el oro de Mafer, en longboard. El brillo en los ojos de la campeona de 25 años era evidente al hablar de aquella histórica hazaña, en la que agarró la última ola, dejando sin chances a su clásica rival, la brasileña Chloe Calmon.

“Mi estrategia era entrar y agarrar la primera ola. Pero la corriente me jaló, entonces ya había pasado un buen rato y no estaba funcionando. Pensaba ¿cómo que ya no puedes irte de aquí sin agarrar una ola? Yo no puedo quedar así. Soy una guerrera, compito y tengo que buscar la manera de agarrar una ola y mostrar el nivel, ¿no?”, agrega Mafer.

Para muchos de quienes veían la competencia, lo que hacía María Fernanda era estrategia. Para otros, los nervios la estaban venciendo. Pero, una vez más la famosa frase “el que no arriesga, no gana” hizo efecto.

“Cambié de estrategia y pensé que ella tenía prioridad. No me iba a dejar agarrar una ola. Justamente venía una ola y la veo remando hacia otro lado. Entonces, esperé que ella pase, para yo poder ir en esa ola. Remé y la agarré. Me dieron un buen puntaje, yo no me enteré hasta llegar a la orilla. Me lo dijeron dentro del agua, pero yo no creía”, detalla, recordando aquel histórico día.

Mafer no solo domó las olas de casi cinco metros de Punta de Lobos Chile, también controló sus miedos. “Uno supera los límites, a veces. Es algo fuera de lo normal para mí correr una ola tan grande. Era más que Punta Rocas. Eran olas de cuatro metros y medio para arriba. Era algo que en mi mente no estaba. Yo pensaba cuando estaba dentro del mar: Mafer que no te caiga espuma (risas)”.

“Protégeme señor con tu espíritu: esa canción la cantábamos en broma. Veíamos el mar y la cantábamos. En el mar decía: Señor, mándame una ola que no me caiga, pero mándame la ola”, añade riéndose.

Esta medalla cerró con broche de oro este año importante para María Fernanda. “Ha sido un gran año porque creo que mi nivel ha subido un montón en madurez y competitivamente. Gané el subcampeonato mundial ISA. También me ayudó a sentirme segura conmigo misma en el surfing que tengo y en mi nivel”, explica con una sonrisa mientras observa a la gente correr tabla.