Los esposos Lorena Yubero y Leandro Maturano combinan el yoga y el surf para potenciar ambas disciplinas y ayudar tanto al experto como al más novel aprendiz, como fue mi caso.
No sé nadar y admito que le tengo mucho respeto al mar. En esa condición, la idea de surfear lógicamente estaba muy lejos de ser una realidad, al menos hasta conocer a Lorena y Leandro, pareja de esposos argentinos, radicados desde hace cinco años en San Bartolo, a una hora y media de Lima. “¿Están seguro de que no me voy a ahogar?”, fue lo primero que les consulté preocupada antes de aceptar la propuesta de vivir la experiencia del surf yoga para PerúDeportes.
La travesía inició trasladándonos hasta San Bartolo en un día de semana para evitar la playa abarrotada y, por supuesto, tener menos ojos que pudieran ver mi nula experticia en el mar. La buena onda que transmiten Lorena y Leandro fue determinante; desde un inicio me regalaron calma y seguridad, explicándome cómo el yoga potencia las habilidades físicas y mentales que requiere el surf. Ambos son, además, padres de Matías Maturano, que tiene una larga lista de triunfos a su corta edad, entre ellos ser subcampeón del Circuito Nacional 2021 y haber obtenido un séptimo lugar en el Circuito Sudamericano de Longborad WSL 2022.
Aprendí, por ejemplo, que para surfear no solo se necesita coordinación, equilibrio y el trabajo activo de la musculatura dorsal, pectoral, abdominal, hombros y piernas, sino también es fundamental la concentración, el permanecer alerta y tomar decisiones rápidas. Lo definiría como estar con el corazón latiendo a mil, pero desear seguir experimentando esta sensación.
Con Lorena empezamos con estiramientos en la arena como parte de la conciencia del cuerpo que debe tener todo deportista y, en particular, el surfista por la rapidez y precisión con la que debe realizar los movimientos, así como ejercicios de respiración para ir calentando y poder enfrentar el mar de una forma más amigable.
Natural de Mendoza, Argentina, y comunicadora social, Lorena encontró en el yoga la disciplina perfecta para renovar su energía, a tal punto que quien la conocía le preguntaba qué había cambiado en ella. Y es que la filosofía yogui era lo que, sin saber, andaba buscando y le permitía una armonía con el universo y la naturaleza.
La conexión con el mar y el surf no le fue ajena nunca, primero junto a Leandro cuando radicaron en Villa Gessel, Argentina; luego en Choroni, Venezuela; y finalmente en San Bartolo. “El yoga me permite sentirme bien todos los días y el surf potencia sensaciones que no había explorado”, me cuenta, mientras vamos terminando los ejercicios previos a entrar en el mar
Luego, Leandro me explica paso a paso y con mucha paciencia cuáles serían los movimientos que tenía que ejecutar en el agua hasta el momento culmen de pararme encima de la tabla. “No te preocupes si no lo logras hoy, es un proceso que tiene que ir a tu ritmo”, me dice, y recuerdo que el surf es un deporte exigente y yo ¡no sé ni nadar! Antes de que me gane el arrepentimiento ya estábamos en el agua, sobre la tabla y con la adrenalina a mil.
Fue decisivo para ellos como familia que su hijo Matías, a los ocho años, decidiera ser surfista profesional. Este hecho los llevó a buscar el lugar ideal para que pudiera practicar a diario hasta que la vida los trajo a Perú. “Surfeo hace 30 años, y soy instructor desde hace 17; a la fecha entreno a varios integrantes de la selección nacional y también he cosechado logros en los Panamericanos, donde una de mis alumnas obtuvo la medalla de bronce”, me comenta Leandro al término de esta clase modelo que fue más de lo que esperaba.
Si bien no logré la tan anhelada posición de pie sobre la tabla, gracias a Lorena y a Leandro no dudaría en retornar al mar sobre una surf longboard. “Siento mucho placer en trasladar las experiencias que he ido recopilando durante estos años desde mi experiencia personal y capacitación profesional”, señala Leandro, quien además es juez de competencias de surf.
Luego de unos estiramientos y más ejercicios de respiración propios del yoga para relajarme, me despido del mar, hasta una próxima oportunidad y las que falten para lograr dominar las olas a mis anchas, y qué mejor si es junto a estos geniales instructores nuevamente.
Puedes seguirlos en sus cuentas de Instagram @lorenayuberoyoga y @leandro.maturano para más información sobre las clases de yoga surf.